3.5.05

Las promesas ambientales demagógicas

dilema.

¿Su amigo o el país?

Maribel Cuervo de Paredes--LA P`RENSA 3 DE MAYO DE 2005

El anterior administrador (gobierno arnulfista) de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), no dejó duda de su incompetencia. Nunca me impresionó, siempre dudé de su capacidad y nunca esperé nada bueno bajo su dirección. Fue más un politiquero mediocre, bien mediocre, que un funcionario comprometido con la excelencia y la protección de nuestros recursos naturales. Sólo recuerde Prados del Este e imagine qué otros desastres dejó en esa institución. Muchos de ellos están aflorando ahora

Cuando el gobierno de Torrijos nombró a Ligia Adela Castro de Doens directora de ANAM pensé que, por su trayectoria y -aparente- compromiso con los temas ambientalistas, un brillo distinto se observaría en esa oficina. Con la inundación de Prados del Este no le tembló la mano para multar a los promotores. Castro de Doens no es novata, es geógrafa, con maestría en ciencias biológicas y ha realizado tareas profesionales para varios institutos relacionados con el ambiente. Antes de su nombramiento, era subdirectora investigadora del Centro del Agua de Trópico Húmedo de América Latina (CATHALAC). Por ello, no pensé que me decepcionaría tan pronto.

¿Qué pasó con la directora que cuando tuvo que resguardar los intereses del patrimonio natural de todos los panameños amenazados por los mezquinos intereses de un promotor, se resquebrajó y demostró debilidad ante a las presiones políticas, especialmente, si éste es amigo cercano al presidente? La firmeza que mostró para sancionar a los promotores amigos del gobierno arnulfista, se desvaneció cuando tuvo sobre su escritorio la oportunidad de decir ¡no se puede! al proyecto Camino de Cruces del poderoso constructor y promotor Carlos Pasco.

Sin remordimiento ni preocupación ciudadana alguna, Pasco pretende construir un exclusivo y costoso complejo residencial en el hermoso bosque que es corredor biológico del Parque Nacional Camino de Cruces. Para el amigo del presidente, ¡sí se puede! acabar con la riqueza natural que hay en el Lote C-35 y, ¡sí se puede! arriesgar el inestimable patrimonio cultural que se descubrió con el tramo del histórico del Camino de Cruces y, ¡sí se puede! crearle un problema innecesario a los muchos que ya agobian al presidente.

¿Cuánto poder tiene Pasco que la defensa del medioambiente que tanto reconocimiento le había traído a la directora no ha servido de nada? En una conferencia sobre crisis ambiental en Panamá, la geógrafa denunciaba que existían actividades humanas, uso de terrenos y procesos de producción que estaban generando cambios a la biodiversidad provocando, directa o indirectamente pérdida de hábitat. Señalaba que la deforestación y la erosión en Panamá estaban afectando, visiblemente, el ecosistema (The Panama News, 2001). ¿No era esto una preocupación genuina?

El proyecto de Camino de Cruces aceleró su paso cuando subió el gobierno de patria nueva. ¿Por qué Doens no invitó a Pasco mirar el problema del medio ambiente con la misma preocupación que ella parecía tener antes de ser directora? ¿Por qué no informó al presidente que el proyecto de su amigo era dañino y despreciable para el patrimonio ambiental de todos los panameños y contrario a todo lo que él prometió?

La falta de valentía y firmeza de la directora de ANAM ante este proyecto, perjudicó a su líder. Sólo tenía que releer el Plan de Gobierno de Torrijos para encontrar los argumentos con los cuales blindaría al presidente de las presiones que su amigo le haría para la aprobación del proyecto. A Torrijos quien criticó la forma como Moscoso administró los recursos naturales, ahora, le toca callar. A siete meses, le falla al pueblo panameño al comprobarse que sus promesas sobre protección del medio ambiente fueron demagógicas.

He aquí lo que prometió Torrijos sobre el medioambiente. Punto IX Ambiente Saludable y Sostenible a Perpetuidad, pág. 11: la actividad productiva y urbanística no se ha manejado con espíritu de sostenibilidad. Por esa razón al iniciarse el siglo XXI, Panamá es un país extensamente depredado. Los bosques desaparecen, la contaminación gana espacio en las urbes y las fuentes hidrográficas, energéticas y garantes del agua para el consumo humano se agotan o están en vías de extinción. Esta generación, en vez de agravar, debe conjurar este peligro y garantizar a la actual y futuras generaciones ambientes saludables y sostenibles. Nuestro deber es atacar los puntos más críticos de esa herencia: el crecimiento urbano e industrial desordenado, la deforestación de bosques y manglares, la pérdida y degradación de los suelos, la sedimentación y contaminación de ríos y ecosistemas surtidores de agua potable, y sobre todo, la complacencia y desidia institucional. La entidad pública encargada de los temas ambientales debe ser policía ecológico, no debe renunciar a su tarea de proteger el patrimonio ecológico nacional y no claudicar en ese empeño por intereses políticos monetarios de particulares. Sección V. Cultura: Hombres y Mujeres como agentes de cambio. Punto 10: la recuperación del patrimonio cultural de la nación es una de las tareas principales derivadas del Plan Integral de Desarrollo Cultural. Entre otras tareas, deberá garantizar el rescate y puesta en valor del patrimonio monumental panameño, constituido por los conjuntos urbanos coloniales y decimonónicos.

¿Qué tan y qué clase de amigo es Carlos Pasco del presidente? ¿Cuánto sentimiento de genuino afecto, respeto y admiración siente hacia Torrijos? El verdadero amigo es el que no perjudica y quiere lo mejor para su amigo. ¿Cae Pasco en esa clasificación?

Presidente, ¿qué va primero, los intereses de su amigo o los del país?

La autora es comunicadora social